viernes, junio 4

AVATAR

AVATAR: del Sánscrito AVATÀRA, que significa descenso o encarnación de un Dios. En la religión Hindú, es la reencarnación de una deidad, en especial Vishnu. Finalmente es reencarnación o transformación.
Bien, ¿cual sería la idea de de este mega filme del director J. Cameron?, ¿Cuáles son los mensajes insertos en la película?, ¿estaremos hablando de una peli de culto, al estilo de R. Scott con Blade Runner?, ¿alguien se recordará de esta película en algunos años más?, ¿superó las expectativas técnicas con tanto efecto especial de punta?
Si estamos preguntándonos todo esto y más, es porque Avatar, logró lo primero que debe conseguir una película, entretenerte aún fuera de la sala de proyección, generar conflictos, comentarios y debates de todo tipo, hasta sacrificarse en el olimpo del cine hollywoodense, no ganando el “Oscar” a la mejor película y director. Así es que, vamos por partes.
Desde ya, los efectos especiales, la innovación digital y todo lo netamente técnico, nos deja maravillados, al crear con un realismo mágico, un mundo como Pandora, y los seres que lo habitan, la raza “Na’ vi”, “inferiores en tecnología” pero absolutamente superiores en la evolución espiritual y física, con un desarrollo que va intrínsicamente unido. Los colores, el sentido de ser vivo que adquiere el entorno, como la madre de todo y de todos, la armonía que hay en cada ser que habita este planeta, con el respeto por su naturaleza y la innecesaria necesidad de dominar por solo la complacencia de hacerlo, cosa habitual en nosotros los seres humanos, por lo mismo, la ausencia de maldad, lo que no significa que reine la ingenuidad insubstancial rayana en la tontería dulzona, junto con las criaturas creadas con tal simplicidad y belleza a pesar de su similitud con algunas terrestres, son logrados magistralmente, al haber una simbiosis perfecta entre lo técnico y la puesta en escena, a pesar de pequeños detalles en que aparece la mano computacional. En resumen, un soberbio trabajo técnico.
En cuanto a la historia, esta ha sido filtrada en extremo, tanto que, este maravilloso mundo se desequilibra a ratos, cuando nos vamos encontrando en el guión, con una mezcla antojadiza de filosofías de vida, creencias y religiones, la cual, hace que los parlamentos y situaciones sean en extremo predecibles. Cabe destacar que los diálogos, a veces, logran salirse de los lugares comunes y frases cliché, haciendo más digerible el guión.
Una vez más, el portentoso aparataje de efectos, la excelente relación emocional entre los personajes y la historia, junto con la maestría de J. Cameron para mostrarnos primeros planos a cámara lenta, haciendo gala de sapiencia y habilidad visual, nos lleva por donde el quiere que vayamos, obnubilándonos con la magnificencia de los efectos digitales y los vertiginosos movimientos de cámara, dándole un ritmo vibrante a la película, con escenas de persecuciones y de acción bélica, muy bien alcanzadas, logrando a su vez, que los mensajes de la historia, una y mil veces contada en otras leyendas, lleguen de manera más agradable y consiga entretener como objetivo primario.
Las actuaciones de quienes representan a los personajes protagónicos, Jake Sully (Sam Worthigton), Coronel Quaritch (Stephen Lang), Dra. Grace Augustine (Sigourney Weaver) y Neytiri (Zoe Saldana), por nombrar a los más destacados dentro del guión, auxilian la pobreza de esta historia, entregando a un Jake Sully (Sam Worthigton) dubitativo y desencantado, que evolucionará a tal punto, dejando su condición de humano y discapacitado, para vivir en su avatar, dentro de este mundo alienígena que lo atrae, especialmente incentivado por Neytiri (Zoe Saldana), quien es la representación de la belleza, armonía y evolución espiritual de este mundo, de las cuales adolecen los humanos, a excepción de la Dra. Grace Augustine (Sigourney Weaver), quien a pesar de su obsesión por la biología de este planeta con vida propia, lucha por protegerlo de la maldad y prepotencia producto de la inopia y el oscurantismo de los humanos, tan en boga en nuestro mundo de hoy, cuya encarnación es el sanguinario y tenebroso Coronel Quaritch (Stephen Lang), que se hace odiar por gran parte de sus subordinados y por el público.
Así todos estos actores y actrices logran cabalmente, lo que se espera de los personajes y su relación con la historia que se cuenta, haciéndola mas plausible, a través de la credibilidad que entregan.
La belleza de las imágenes, la plasticidad de los movimientos de los “Na’ vi” muy bien interpretado a través del personaje desarrollado por Zoe Saldana (Neytiri), los demás seres que habitan Pandora brillando con su propia luz y la batería de efectos digitales, hacen posible que AVATAR no pase sin pena ni gloria, y tenga la opción de llegar a ser una futura película de culto para los fanáticos de los efectos especiales, el 3D y la digitalización.
A pesar de su extensión, un poco mas de dos horas, entretiene, y J. Cameron consigue llevarnos a su ritmo y a dónde el lo determina, haciendo gala de su maestría en el manejo de la cámara y de los tiempos, consiguiendo que lo sigamos al ritmo que el desea llevarnos.
En resumen, un buen filme de efectos especiales con belleza digitalizada, pero falto de una historia consistente, que deje un mensaje de evolución hacia lo verdadero y lo realmente trascendente, el respeto por nuestros semejantes, por nosotros mismos y nuestro entorno.
Finalmente definir que es lo que realmente importa, las bolsas de valores o el entorno en que vivimos y en el que vivirán nuestros hijos y las futuras generaciones, en definitiva evolucionar, sin encerrarnos en libros o filosofías o con la visión sesgada del materialismo.



1 comentario:

Anónimo dijo...

este tipo es un bakan!! tewqueremos mucho Duait un abrazo de Gonzalo. Nathalie y Facundo (viaje a Iguazu)